jueves, 4 de diciembre de 2008

Formación docente Tercera Edad

Formación docente
Tercera Edad
Di Domizio Débora Paola
Institución: I.S.F.D Nº 84. Mar del Plata. Mail: dedido@hotmail.com

Resumen
Presentamos aquí una experiencia de Capacitación en el campo de Prácticas de la Educación Física vinculadas al ámbito gerontológico. La misma se lleva a cabo, desde hace dos ciclos lectivos, en un Instituto Terciario de Formación Docente Provincial en la ciudad de Mar del Plata, otorgándose el título de Profesor en Educación Física.-
Previo encuadre de la presente ponencia, es dable aclarar que en la misma se intenta describir y poner de relieve aquellas creencias, mitos y representaciones que posee el alumnado respecto al tema de la vejez y los sujetos que la transitan. Alumnado que, cabe destacar, ha cursado ya distintas Disciplinas Teórico-Prácticas y Perspectivas, exigidas por el Plan de Estudios de la carrera.-
La Cátedra se inscribe dentro de un Espacio de Definición Institucional, en el cuarto año de estudios, denominado Tercera Edad y que pretende dar respuesta desde los saberes propios de la Educación Física a un fenómeno mundial como lo es el envejecimiento poblacional, respondiendo a las demandas de la comunidad educativa.-

Introducción
El fenómeno de la Revolución Vital requiere una reflexión profunda: la sociedad no puede propiciar un aumento de la esperanza de vida, si no lleva implícito un compromiso respecto a prestación de servicios y formación de recursos humanos que deparen un envejecimiento cualitativo para toda la población.
Los datos censales constituyen un bien incuestionable y fundamental para la formulación, ejecución y evaluación de políticas sociales, puesto que proporcionan una radiografía exhaustiva de las características de la población del país.
Argentina presenta una estructura por edad y sexo envejecida, en la que el porcentaje de personas adultas mayores es elevado mientras que el porcentaje de niños y jóvenes es relativamente moderado, pero en proceso de disminución. Esta situación es consecuencia de los cambios operados en los últimos 105 años: aumento de la participación relativa de las personas de mayor edad, 65 años y más, y disminución paulatina y casi ininterrumpida del porcentaje de niños y jóvenes, menores de 15 años de edad.
Para el caso de la ciudad de Mar del Plata, enclave geróntico de la Provincia de Buenos Aires, el fenómeno obedece además a las migraciones, en especial de jubilados y pensionados. Esta caracterización implica múltiples impactos socioeconómicos y políticos, y a lo largo del tiempo, se trasunta a nivel cultural en la conformación de imaginarios urbanos que las perciben como “ciudades de viejos”[1].
El Plan de Acción Internacional de Viena Sobre el Envejecimiento[2] desarrolla metas y recomendaciones en materia política, junto con el fomento de programas que son planteados a los gobiernos en pos de revertir los estereotipos acerca de la vejez, revalorizar a las personas mayores y reconocerlas como sujetos de derecho, entre otras.
Muchas son las recomendaciones del Plan que postulan acciones de educación, capacitación e investigación, promoviendo la incorporación del tema del envejecimiento y la vejez en los planes de estudio de todos los niveles educativos.
Consideramos que ésta es la única solución válida a la cual nos adherimos para superar los estereotipos negativos respecto de la vejez, debiendo involucrar a los distintos actores sociales (incluimos aquí a los propios sujetos envejescentes).-
Al Sistema Educativo le compete una gran responsabilidad en la formación de profesionales que se apropien de los distintos saberes que confluyen en la gerontología, geriatría y otras especialidades. Debe ser también tarea prioritaria de los grupos de investigación que, con trabajos provenientes de distintas disciplinas, ayuden a superar paradigmas hegemónicos y reduccionistas.-

Las Prácticas Corporales de la Educación Física
La proliferación de Prácticas Corporales de la Educación Física para sujetos de la Tercera Edad, ha sido en nuestra ciudad muy importante en los últimos años, y todavía de gran auge.-
La experiencia demuestra que cada vez son más los sujetos de edad avanzada que se incorporan a distintos programas grupales. Se intensifican en ellos de manera positiva los aspectos vinculares, el estado de salud; se modifican hábitos y aspectos de la personalidad; mejora su auto imagen y autoestima.-
El Profesor de Educación Física que en su desempeño laboral esté a cargo de alumnos adultos mayores debe, además de promover hábitos saludables y orientarlos hacia el desarrollo de la autonomía e independencia por medio del movimiento corporal, imprimir un contenido nuevo a esta etapa. En ella es posible realizar proyectos que permitan compartir experiencias vitales significativas y de interés común, reconstruir lazos de afecto, favorecer la permanencia de los adultos mayores en las estructuras sociales, etc. –

Respecto de la vejez: el caso de la Formación Docente en Educación Física
La formación docente en Educación Física le exige al futuro profesor un permanente contacto con las realidades educativas formales y más aún con las no formales. El campo profesional de esta disciplina se ha ampliado y hoy nos encontramos ocupando diferentes contextos de acción impensada hasta hace algunos años[3]. Dichas realidades también constituirán el espacio de la futura actividad profesional. A las prácticas habituales en el ámbito educativo (únicas legitimadas) se le han agregado otras, algunas de ellas son las prácticas corporales para la Tercera Edad. Esta cuestión pone en evidencia que ya no sólo son pensadas para las edades comprendidas en la escolarización obligatoria, sino que alumnos de heterogéneas franjas hectáreas son asiduos concurrentes a las mismas.-

“Contextualizar las formas gímnicas, lúdicas y deportivas o las relacionadas con la vida al aire libre o en la naturaleza, exige comprender que cualquier recorte que se haga de ellas incluirá a sujetos que desarrollan esa práctica con deseos y elecciones, temores, con improntas sociales, multiplicidad de saberes y experiencias, subjetividad, tonos musculares y posturas diferentes, reglas y funcionamientos propios que se enmarcan, además, en las instituciones en las que se desarrollan[4]…”.-
El desempeño profesional requiere que los futuros Profesores en Educación Física se apropien de los contenidos referidos a esta materia. Es preciso que estudien los temas y problemas relativos al cuerpo y el movimiento en la vejez, atendiendo especialmente a la significación individual y social que ellos comportan. Considerar el carácter educativo que poseen, y, al mismo tiempo, reflexionar sobre el lugar que la cultura le otorga a la vejez, particularmente en el marco de las transformaciones demográficas acontecidas en el último siglo.
Sin embargo, la problemática del adulto mayor, la vejez y el envejecimiento, no se encuentra contemplada dentro de los planes de estudio de los Institutos de Formación Docente de la Provincia de Buenos Aires.-
Algunas investigaciones proponen que, sin modificar la formación de los profesorados no se logrará avanzar hacia una sociedad inclusiva para todas las edades. La carencia de políticas educativas, en especial de formación y capacitación, donde se prevean estrategias para atender la heterogeneidad de los sujetos tiene como consecuencia que estos diseños no se ajustan a las necesidades reales de lo social. El egreso de docentes determina, para el caso de la Educación Física, que los profesores no están sensibilizados para responder a la diversidad de todos sus alumnos. Esta situación también es enfatizada debido a las actitudes estereotipadas con las que se desarrollan las generaciones actuales respecto del tema que nos ocupa.-.
En la carrera casi no hay referencias a prácticas corporales con adultos mayores, no existe como contenido. La formación de los profesores que se dedican a trabajar con adultos mayores por lo general es asistemática y casual, respondiendo por lo general a prácticas ajenas a la intervención pedagógica.[5]
Los docentes reconocen no haber recibido formación específica durante su trayectoria académica, ni en lo fisiológico, ni en lo psicológico, ni en lo sociológico, ni en lo pedagógico-didáctico. En algunas instituciones se lleva a cabo una suerte de capacitación en servicio pero desde la perspectiva de las Ciencias de la Salud. El contacto con docentes de otras disciplinas colabora en situar al adulto mayor más como alumno (y sus posibilidades) que como paciente (y sus limitaciones[6]).-
Por lo anteriormente expresado, se ha elaborado una propuesta pedagógica para el Espacio de Definición Institucional, correspondiente al cuarto año de estudios del Profesorado en Educación Física y es la intención de este proyecto la de difundir la temática referida a la Tercera Edad[7]. Desmitificar una realidad, (pedagógico-didáctica) en relación a los procesos de enseñanza – aprendizaje que tienen lugar en las prácticas corporales para la tercera edad, siendo posible dentro del campo de la Educación Física, elaborar propuestas con acierto e idoneidad para personas mayores, teniendo en cuenta que se debe poseer una formación adecuada .-
“…Se espera que a partir del dominio temático de los contenidos, los futuros docentes desarrollen los saberes necesarios que les permitan interpretar el carácter complejo que involucra el proceso del envejecimiento humano, reconociendo en él los aspectos evolutivos, sociales, culturales, educativos, biológicos y psicológicos que lo caracterizan, para llevar adelante su práctica profesional con sujetos que transitan su vejez…”.-
El proyecto de cátedra toma como referencia la Teoría del Ciclo Vital que considera a la vejez etapa evolutiva del desarrollo humano. Se sustenta en los paradigmas educativos socio cognitivo donde el futuro docente practique la teoría y teorice sobre la práctica; en el paradigma ecológico contextual que describe las demandas del entorno y las respuestas de los agentes hacia ellas. Concuerda además, con los paradigmas de investigación educativa comprometidos con la resolución de problemas planteados desde la propia realidad: el interpretativo y el socio crítico[8]. Es implementada en el cuarto año de estudios, dentro del marco del Espacio de la Orientación (el que define a la carrera: Educación Física), según Plan vigente por Resolución Nº 13296/99.-
Algunos de los núcleos temáticos que se desarrollan en la Perspectiva son: grandes conceptualizaciones del proceso de envejecimiento humano; características psicosociales de la población anciana; modificaciones biológicas en el proceso de envejecimiento; los componentes de la aptitud física; programas de actividad física para adultos mayores; la Educación Física y su enseñanza.-
Los alumnos deben acompañar el aprendizaje de los marcos conceptuales con la realización de los siguientes trabajos de campo:
*Relatos de experiencias de adultos mayores que practican deporte en la ciudad de Mar del Plata. –
*Registro de observaciones de prácticas corporales para adultos mayores.-
*Participación en clases intergeneracionales que pudieran dictarse con la presencia de adultos mayores.-
*Inclusión en la organización de eventos que de esta asignatura surjan con alumnos de la Tercera Edad (Por Ejemplo: Encuentros de Clubes, Día del Jubilado, Año Internacional de la Vejez, etc.).-

Consideraciones acerca de esta experiencia
Nuestro desempeño en la formación docente durante estos años, nos permite dar cuenta del discurso que sostienen los alumnos, futuros docentes, a partir de su cursada por la cátedra. La idea es elaborar algunas producciones teóricas teniendo en cuenta lo que los alumnos traen a las clases (saberes que han incorporado en sus años de estudio) contrastando y analizando los marcos teóricos que se imparten desde esta asignatura, con especial referencia a la vejez, el envejecimiento y su relación con la Educación Física.
El Diseño Curricular de la Provincia de Buenos Aires busca la inserción del alumno, futuro docente, únicamente en la realidad escolar. Encuentro aquí el primer obstaculizador del tema ponencial.-
No concordamos con que el profesor esté preparado únicamente para la Institución Escolar. Muchos Institutos de Formación Docente, han revisado esta cuestión y forman a los futuros docentes con posibilidades más amplias, adecuándolas a las particularidades de la ciudad, región, provincia; pauta ésta que les permite reforzar su autonomía e identidad institucional. Creemos que nuestra postura coincide o se acerca más a la realidad laboral del Profesor en Educación Física, sobre todo cuando recién se inicia o gradúa.-
Para el Sistema Educativo de la Provincia de Buenos Aires sólo es Educación Física aquello que remite al “campo escolar”. Los espacios por fuera de este ámbito institucional, ocupados por licenciados y profesores, no pueden sostener qué son: ¿clases de actividad física, de gimnasia, prácticas deportivas, ejercicios físicos, educación física en ámbito no formal?
Esta política repercute en otras variables que a continuación pasan a ser analizadas:

Los prejuicios.
Cuando se les consulta a los alumnos, futuros docentes, si la Perspectiva les proporcionó los conocimientos para desempeñarse con sujetos de la tercera edad, muchos, por suerte no todos, sostienen: “que no están preparados”. Argumentan no saber qué ejercicios utilizar, qué actividades, con qué métodos y estrategias didácticas, qué recursos, etc., para ese grupo específico.-
Hacen hincapié en buscar la “receta mágica de las actividades físicas para los viejos”. Se traduce en el“hay que ver más”. Este “hay que ver más” se fundamenta, como plantea Crisorio, en que en la formación docente, las teorías constituyen cuerpos de conocimientos verdaderos, fundamentadores, formas de organizar la empiria cuya enseñanza tiene sentido si puede aplicarse en la futura práctica pedagógica. La teoría debe ser aplicable a la práctica y esta debe constituirse en una respuesta específica para problemas específicos[9]. En otras palabras, los alumnos buscan una receta para..., (incluyo aquí metodologías, actividades para tal o cuál edad, para tal o cuál patología, materiales a utilizar, el juego para….., etc.). Esperan que la teoría respalde la actuación docente y resuelva los problemas de la práctica pedagógica.-
En el “hay que saber más” se fundamenta el concepto al que llamo innombrable, porque remite y deja entrever que necesitan saber más de enfermedades, porque como tantos actores sociales, inclusive los propios viejos, han instalado el prejuicio vejez igual enfermedad. Esto además se legitima con la bibliografía consultada por los alumnos (no la que es provista en la cátedra) que responde a una concepción medicalizada de la vejez, sin un previo análisis crítico. Por ejemplo, al estudiar los cambios que se producen en el cuerpo humano con el paso del tiempo, los libros de texto utilizados derivan directamente al campo de la enfermedad, con especial referencia a los cambios biológicos. No sucede lo mismo cuando se consulta acerca de cambios de orden psicológico o social. Generalmente aquí, la enfermedad desaparece.-

Los agentes de salud
Asiduamente, los alumnos sostienen el “rol de agentes de salud”. Un concepto de salud que aparece en la formula que apunta al mejoramiento de la calidad de vida. Esto también es reforzado con la utilización de textos y apuntes, más material bibliográfico que contienen investigaciones realizadas por fuera del campo de la Educación Física, pero aplicadas a éste. Asimismo, el discurso de algunos actores institucionales -docentes -sostienen aún estas teorías.
Esto deriva en que una Educación Física destinada a los adultos mayores se oriente desde un principio curativo y de rehabilitación. Es decir, sobre el sentido de la patología (organicista). Lo que también trae aparejado considerar la existencia de enfermedades propias de la vejez.
La conciencia enfermiza de una sociedad biomedicalizada[10] refuerza el sistema de creencias en ambos actores del ¿proceso de enseñanza – aprendizaje?: alumnos adultos mayores y alumnos de los profesorados, reduciendo las clases y/o los ejercicios a sus efectos curativos.
Así, este modelo, no tiene en cuenta la significación individual ni las experiencias previas de los adultos mayores participantes, los aspectos sociales y culturales, ni las circunstancias en las que se realizan las prácticas corporales.-

El paradigma físico deportivo en la vejez
Su enfoque educativo se identifica con la metáfora del ‘cuerpo máquina’ que trata de mantener el buen funcionamiento de las piezas del cuerpo, y la principal estrategia de actuación consiste en maximizar la práctica física y aumentar los niveles de condición física y de rendimiento.
Para el caso de la vejez, éste considera únicamente como punto de análisis las características motoras y las capacidades de rendimiento motor, limitando la corporeidad del hombre sólo a un aspecto, el físico deportivo. Centrarse en este paradigma también es olvidarse de los motivos por los cuales los sujetos adultos mayores se acercaron a las prácticas. La máxima condición física pasa a ser un elemento central que se mide, se cuantifica, se testea y se evalúa. Sus resultados son utilizados para definir patrones o parámetros de comportamiento a los cuales los sujetos deben aspirar. Quienes no puedan cumplir, encajar con estos términos estadísticos, ingresan al campo o al fenómeno de la construcción social de la a - normalidad[11], quedando estigmatizados porque salen de la norma o se alejan de un patrón ideal.
La consecuencia de ello es el alejamiento de muchos adultos mayores de un sinnúmero de prácticas corporales de la Educación Física, reproduciéndose de esta manera mecanismos de exclusión social.-

La vejez como involución
Respecto de la vejez como etapa involutiva, en vez de considerarla como etapa evolutiva dentro del proceso de desarrollo humano, obedece a varias cuestiones. Entre ellas, una especial preferencia que dedica el Diseño Jurisdiccional como se mencionó con anterioridad, hacia las edades comprendidas en el Sistema Educativo donde el proceso de desarrollo es entendido únicamente desde la propia biología. Por ejemplo: aparición de los caracteres sexuales primarios, u homologar desarrollo con crecimiento físico.
Para el caso de la vejez como no se corresponde ni con uno ni con otro estado, se la considera en las teorías, ideas, palabras y conceptos como un proceso involutivo.
Pensar desde esta lógica, no permite tampoco ampliar el tema del aprendizaje motor a edades que ya han superado la etapa de la escolarización obligatoria.
Debe tenerse en cuenta que los adultos mayores, más allá de iniciarse en una práctica acuática por prescripción médica, pueden además involucrarse en el aprendizaje de la natación. El proceso de aprendizaje motor no es considerado a lo largo del ciclo vital, sino más bien que se lo vincula a una práctica de carácter terapéutico. Bajo esta concepción el desarrollo evolutivo termina en la adolescencia, todo lo que queda por fuera de este periodo es involución[12].

Conclusión
En este análisis preliminar he tratado de trascender las distintas resistencias y lógicas imperantes que encuentro en mi desempeño con los que mañana serán mis futuros colegas. Debo advertir que, serán mucho más que ello también, y que el abordaje de esta temática implica en los alumnos del profesorado en Educación Física, una movilización interna respecto de pensar en su propia vejez, la de sus padres, la de sus abuelos y la vejez que se construye en nuestra cultura occidental. Y allí es donde aflora el sujeto y no el alumno-objeto. Considero que también esta es una de las principales cuestiones que me permite una mirada diferente sobre este apasionante tema.


Bibliografía

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Vain P., Rosato A. (coordinadores); 2005. La construcción social de la normalidad. Buenos Aires. Ediciones Novedades Educativas.

[1] Golpe, 2003.
[2] Plan de Acción Internacional de Viena Sobre el Envejecimiento – Asamblea Mundial sobre Envejecimiento. 1982. Viena, Austria. Recomendaciones consultadas: 7,14,32,44,45,47,49,50,57,59,61, en especial 49,50,59.


[3] Giles. 2003.
[4] Ron O., 2003.
[5] Hernández N., 2004.
[6] Carballo, C. Proyecto de investigación: Educación Física y Sujetos con Necesidades y en Situaciones Especiales en Ámbitos no Formales. Contenidos, Propósitos y Formas que adopta su enseñanza.
[7] Durante el desarrollo del texto observarán que utilizo indistintamente la palabra Tercera Edad para referirme a las personas Adultas Mayores. Este término hoy reemplaza a aquel para evitar eufemismos. No obstante, y para la presente, creo necesario titularlo “Tercera Edad”
[8] Para la concepción interpretativa, la conducta humana se comprende desde los significados e intenciones de los sujetos que intervienen en el escenario educativo y su propósito es interpretar y comprender los fenómenos educativos más que aportar explicaciones de tipo causal.
Para la corriente socio crítica se aspira a transformar la sociedad sosteniendo una concepción democrática del conocimiento y de los procesos que lo generan mediante la participación de las personas implicadas. Se plantea una relación dialéctica entre teoría y práctica mediante la reflexión crítica.
[9] Furlan A., Crisorio, R. y GEPDEF, 2004.
[10] Salvarezza, L., 1998.
[11] Vain P., Rosato A. , 2005
[12] Meinel, K. Y Schnabel, G. 1987

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